lunes, 17 de diciembre de 2012

#juguemOS: juegos para la empresa (parte 5)

Ya con la carrerilla del que ha asistido a dos encuentros, el tercero se me planteó de difícil elección... ¡había tantos temas interesantes! Puesto que en la sala de la entrada iban a hablar de juegos para la empresa y precisamente el Open Space trataba de esto, me pareció imperdonable perdérmelo para entender realmente por qué estaba allí; no nos engañemos: uno ya no tiene 8 años e Izada no es precisamente el parque de la esquina. Necesitaba un porqué serio y este espacio me proporcionó uno.
Como se comenta en esta retrospectiva del evento (muy buena y mucho más corta que mis interminables crónicas), se hablaron de varios juegos durante la sesión, pero puesto que no conozco en detalle ninguno, no tuvimos ocasión de practicarlos y ¡no tenía un maldito cuaderno a mano donde tomar apuntes!, mejor os remito al mencionado blog en el que tenéis un bonita lista de los juegos para que busquéis en YouTube. Yo me voy a centrar en las ideas que se sacaron, que al menos a mí, me parecieron mucho más productivas :)
Y acá va el sentido de #juguemOS. Efectivamente no somos niños de 8 años y no buscamos un mero entretenimiento en los juegos. Es más, se podría argumentar que estos niños tampoco juegan por mera diversión, sino por instinto, al igual que los animales, para desarrollar sus habilidades motoras e intelectuales. Entonces, queridos amigos, allí no habíamos ido a pasar simplemente un buen rato (que lo hicimos), sino a enriquecernos sobre aspectos concretos y claramente definidos mediante una herramienta altamente contrastada desde la niñez como son los juegos. Criticamos durante unos minutos el hecho de jugar por jugar, como terapia de fuegos artificiales para hacernos creer que somos muy modernos, ¡no! Necesitamos unos objetivos y un planteamiento que ataque una carencia, de nada sirve un juego comunicativo cuando mi equipo "se comunica de puta madre", hay otras prioridades en las que emplear mejor nuestro tiempo. Además, con un objetivo no basta, hay que asegurarse de que se reflexione sobre él sacando unas conclusiones bien guiadas por el facilitador, sino uno puede sacarse una idea bien equivocada como comentaba en la charla de cooperación y valor añadido. ¡Las retrospectivas son fundamentales! Si llevas a tu equipo al paintball, al menos explícales que el objetivo no es acribillar a los compañeros, sino hacer equipo y eliminar tensiones.

Para plantear correctamente estas cuestiones, es fundamental la tarea del facilitador, que debe de ser una parte más del grupo, no alguien que imponga y coarte al resto. Para que esto pueda ser posible, esta persona debe dominar el arte de la comunicación (ya escribiré algunas técnicas), teniendo varias ideas en mente:

  • Con el tiempo, lo que uno recuerda es la introducción y la conclusión, tendiendo a olvidar el resto del mensaje.
  • Los puntos de humor y la energía en el mensaje son fundamentales para mantener la atención.
  • Dar soporte visual a lo que dices ayuda a centrar la idea. (de ahí la importancia de Kanban)
Por tanto, los juegos son una herramienta para provocar situaciones que el facilitador pueda utilizar para sembrar una idea o reflexión en las mentes de las personas, siendo esta enriquecedora y productiva para los objetivos comunes (esto empieza a parecer una secta). En la siguiente entrada, comentaré cómo podemos desmembrar a una persona para precisamente convencerla de algo que necesitamos que comparta, pues precisamente, fue lo que se comentó en el siguiente encuentro al que asistí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario